Muéstrame tu cuello y deja
que mis colmillos rompan
la piel que impide
que tu sangre sea para mí,
y tu vida será eterna.
Morirás cada mañana
y renacerás al anochecer.
Oh Señor de las mentiras, Natalia Martín
mendigo de otras vidas,
duque del vicio, príncipe del sexo
y del dolor...
La lascivia que en mí entre,
me corrompa y me reviente
el alma en trozos de placer.
El pentáculo es mi cama,
permite que te laman,
y no sabrás si te acarician
un hombre o mujer.
Violaremos tu inocencia, Natalia y José
orgasmos y decadencia
alguien se excita en una cruz,
y la brisa de la muerte
pudrirá lo que es decente.
Ven y déjate sodomizar.
Soy Astaroth, soy Belial,
soy Lucifer, soy tu puta,
soy tu chulo...
Lo que quieras tú,
soy Leviatán, tuve sexo con Adán,
mientras Eva se excitaba
al vernos, y se unió!!!
Déjate enamorar,
ven y únete,
desnuda tu pudor
y entrégate al placer.
Déjate enamorar,
sedúceme,
y por la depravación,
déjate acariciar.
Sedúceme, Príncipe de la Dulce Pena...
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